El concurso fue promovido por la Fundación Itoiz-Canal de Navarra como fruto de las mejoras a realizar en el entorno del embalse de Itoiz.

El inmueble amenaza ruina. Durante mucho tiempo ha estado habitado, aunque las trazas generales del palacio así como sus elementos singulares se conservan todavía. La torre es elemento que más transformado se encuentra.

El proyecto de restauración aborda la creación de un centro de acogida de visitantes, una zona de talleres, de tienda y cafetería. La intervención respetuosa con el edificio plantea grandes salas diáfanas donde todas las instalaciones y servicios se concentran en “cajas de madera” permitiendo tener una lectura clara del palacio.